La nueva generación de lectores

Os dejo por aquí un artículo que he escrito recientemente para Dignidaddigital Espero que os guste.

 

Hoy en día es más que corriente escuchar la frase “los jóvenes ya no leen”, lo cual es cierto en términos generales. Sin embargo, algo peor que no leer es –a mi juicio- alimentarse de pésimas lecturas de una calidad literaria ínfima o inexistente. ¿Cómo llegan los jóvenes a este tipo de libros?

Muchos ignoran el llamado fenómeno “Booktuber”, que se ha hecho viral entre los jóvenes lectores de un tiempo a esta parte. En la plataforma de vídeo Youtube, ha surgido una nueva corriente de lectores ávidos que informan en sus videos de los libros que han leído, hacen reseñas y nos muestran sus últimas adquisiciones. En esta plataforma, y debido al público que tiene, los libros juveniles son los grandes protagonistas. Esto tiene una parte positiva evidente, y es que promueve la lectura y crea una comunidad de jóvenes lectores que no se avergüenzan de serlo. Sin embargo, también tiene una parte negativa que muchos dentro del mundillo parecen ignorar.

También en la literatura se siguen modas y algunos libros triunfan sin merecerlo. Este fenómeno es especialmente común dentro de los libros juveniles, ya que estos usuarios denominados “booktubers” suelen promover los mismos títulos y se peca muchas veces de poca variedad literaria. El problema no reside tan solo en que muchos de estos libros estén mal escritos, plagados de clichés o que tengan una trama insostenible. El problema principal reside en lo que enseñan o en los valores que promueven.

No es preocupante que estas lecturas acaben en manos de jóvenes adultos o adolescentes que rozan la mayoría de edad, ya que en la mayoría de los casos tienen la madurez suficiente para distinguir lo que está bien y lo que está mal, también dentro de los libros. Pese a que las malas lecturas son un riesgo para todos, lo son aún más cuando van enfocadas a jóvenes de entre once a quince años. Muchos de estos libros que causan furor promueven las relaciones sexuales esporádicas, el consumo de alcohol y drogas, la frivolidad y el egoísmo, e incluso llegan a idealizar relaciones sentimentales tóxicas o de maltrato físico y psicológico.

Esto es perjudicial para cualquier tipo de lector, pero más para aquellos que se encuentran en una etapa de desarrollo personal, físico y afectivo como es el caso del público al que van dirigidos.

Muchos abogan porque este es un primer paso que podría llevar a los jóvenes a mejores lecturas en un futuro, pero yo difiero. Estos libros crean adicción. Sus tramas son tan simplonas, el argumento tan banal y los personajes tan planos, que enfrentarse a otro tipo de libro resulta tedioso y demasiado costoso para unos lectores que se han acostumbrado a devorar los libros sin pararse a pensar en lo que han leído.

Por eso, a partir de ahora no deberíamos preocuparnos tan solo de si los jóvenes leen, sino también de qué leen, ya que una mala lectura podría ser más perjudicial que una vida ausente de literatura.

¿Y vosotros? ¿Qué opináis?

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